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Pauta en Contra de la Desaparición especula sobre un plan para recrear la vida en la Tierra, en un tiempo donde toda el agua ha desaparecido de ella. Usando dibujo, trabajos gráficos y objetos, la exposición reflexiona sobre la permanencia, la fragilidad y la cualidad efímera del paisaje, al mismo tiempo que el absurdo de nuestro intento por controlarlo.

La exposición en el Museo Geologico de Lisboa también cuenta con el sonido realizado por el músico de Glasgow Mike Parr-Burman, el cual toma la forma de un sonido de ambiente que evoluciona, muta componiéndose en tiempo real durante la exhibición.

El Museo Geológico es uno de los museos más antiguos de Lisboa, estando emplazado en un antiguo monasterio que fue expropiado en la época de la expulsión de las cofradías, con el fin de promover espacios que velaran por la búsqueda del conocimiento, en el siglo XVIII. Sus antiguos gabinetes aun están llenos de piezas con marcas de clasificaciones de épocas pasadas, conviertiéndose en una suerte de muestrario de las distintas formas de clasificar y maneras de entender la labor de la ciencia, a la vez que muestra la reflexión sobre la evolución de la tierra y nosotros, los habitantes de ella.

Lleno de fósiles y esqueletos animales extintos impregnados en la piedra, de alguna manera el museo mismo muestra lo efímero que es el conocimiento científico, y la fragilidad inherente de todas las cosas.

Al pasear por el museo se escuchan en modo en bucle las Cuatro Estaciones de Vivaldi, que disminuyen su intensidad al entrar a la oscura sala de los minerales y luego se convierte en el ambiente sonoro de ecos de la Pauta contra la Desaparición.